viernes, 2 de diciembre de 2011

Semanas y meses siguientes:

Uy....mi cuerpo no soporta un dolor más!
Me dolían todos y cada uno de los músculos, músculos que ni siquiera sabía que existían, no podía con mi alma, pero aún así no dejaba de ir a clases ni un solo día, de lunes a viernes de 7:30 a 9:45 pm, era demasiado para este viejo cuerpo.
Siempre fui una mujer activa, practiqué aeróbicos por años, steps, corrí  por un tiempo, hasta me inscribí en diferentes carreras de 5 K y 10 K, pero todas estas actividades, para mantener el cuerpo en forma, me pasaron factura, tenía lesiones en las rodillas y tobillos, estaba en un punto que casi no podía subir las escaleras de mi casa, prácticamente, me arrastraba por la baranda para llegar arriba; fue entonces cuando decidí entrar de lleno a practicar Yoga.
Asistiendo todos los días, disciplinadamente a mi práctica, sin dejar me amilanar porque la demás personas podían y yo no, o porque eran más jóvenes que yo, o por la lluvia o por mi esposo mismo que no quería que fuera todos los días al Yoga, pues me veía llegar, prácticamente, destruida a casa en las noches; estaba tan mal, que tenía un profesor de Ingles que venía a mi casa en las mañanas y cuando me levantaba de la silla para preparar le café, casi no podía, me sentía entumecida, casi paralitica, hasta que me erguía y iba a la cocina despacito, despacito, a preparar el café...jajajaja...es gracioso ahora que lo recuerdo, pero extremadamente doloroso para aquel momento. Le pregunté a mi maestro... Priya, cuándo se me van a quitar los dolores del cuerpo? y me contestó ...."nunca", mientras el cuerpo te duela significa que estas viva",  aún así no paré, continué asistiendo todos esos primeros meses hasta que un día ya no había ningún dolor, ni presión y ni entumecimiento, estaba ligera y más flexible.

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